PALABRAS ALUSIVAS A NUESTRAS EFEMÉRIDES DE MAYO
Un
20 de Mayo de 1591, Don Juan Ramírez de Velazco, junto a un grupo de
españoles provenientes de Santiago del Estero, acamparon en el Valle
del Yacampis, llamado así por sus habitantes genuinos, y se
establecieron fundando una nueva ciudad, la Ciudad de Todos los
Santos de la Nueva Rioja.
La
llegada de los españoles a estas tierras significó la
desarticulación estructural de una civilización que desde hacía
una centuria atrás se había incorporado al Imperio Incaico. La mano
de obra indígena frágil y gratuita constituyó la fuente de
riqueza más importante que el conquistador y colonizador podía
capitalizar al llegar a estas tierras. La explotación en los
sistemas de trabajo forzosos, la difusión de las enfermedades y la
pérdida de la libertad, constituyeron los factores determinantes de
la desestructuración y descenso demográfico de aquellos pueblos.
Es
por eso, que la historia de nuestra provincia, está marcada desde
sus orígenes por la búsqueda de la libertad y la justicia como
valores inclaudicables.
Con
el correr de los años nuestros caudillos levantaron esas banderas en
alto para luchar contra el centralismo porteño, como lo hicieron
Juan Facundo Quiroga, el Chacho Peñaloza, Felipe Varela y Severo
Chumbita entre otros, quienes fueron protagonistas de una gesta
histórica en la búsqueda permanente e incansable de la libertad de
los pueblos.
Ellos
y tantos que conforman nuestras raíces, nuestros orígenes, nos
legaron un cúmulo de ideales por los cuales debemos trabajar día a
día para conseguirlos.
Vivir
en La Rioja no es cosa fácil, vivir en La Rioja es una lucha
permanente contra la naturaleza, la falta de recursos y su economía.
Pero todas éstas inclemencias no significan un claudicar. Por el
contrario, debemos enarbolar las banderas legadas y seguir adelante
con la convicción de que juntos podemos hacer una mejor sociedad y
por una mejor provincia.
En
ésta oportunidad también queremos recordar que un 24 de Mayo de
1942, se festejó en el Dpto. Arauco por primera vez, la Fiesta
Nacional de la Olivicultura.
Tradicionalmente
existen varias versiones acerca de la introducción del olivo a la
Argentina y luego a la Provincia de La Rioja; una de las teorías
habla de su llegada a través de una expedición militar proveniente
de Chile al mando del Capitán Diego de Alvarado; otra versión
indica que fue introducido directamente desde España, siendo
diseminada por todo el norte del territorio, adaptándose
perfectamente en diversos lugares y en especial en ARAUCO, de la cual
toma el nombre de la única variedad argentina que figura en el
catálogo de variedades del olivo en el mundo, ésta se destaca por
su gran tamaño y calidad, dicha variedad se debe al mérito de la
polinización cruzada realizada por Cornelio Sánchez Oviedo.
En
el Valle de Arauco se encuentra el olivo histórico conocido
tradicionalmente como ”OLIVO CUATRICENTENARIO, PADRE DE LA
OLIVICULTURA”, el cuál fue declarado en 1946 como “Árbol
Histórico”, y posteriormente en 1980 “Monumento Histórico
Nacional”.
Hoy
en día, esa datación ha perdido crédito científico y se encuentra
en proceso de investigación para determinar, a la luz de nuevos
aportes, su verdadera antigüedad.
También
queremos celebrar de una manera especial éste 25 de Mayo, fecha que
nos recuerda la formación de nuestro primer gobierno patrio.
Mayo
fue sin duda el punto de partida en el largo y arduo camino hacia la
libertad total de éstos pueblos, subyugados en aquellos tiempos por
el imperialismo colonial español.
La
libertad es el ideal que rescatamos para seguir construyendo entre
todos nuestra historia nacional. Convengamos en que ese ideal
libertario es el camino más difícil, más escabroso, el más
difícil de sostener a través del tiempo, pero es el camino que se
nos enseñó desde Mayo de 1810, y que no podemos olvidar y mucho
menos ignorar como pueblo, como sociedad que ha podido madurar en un
cúmulo de alegrías y heridas transitadas a través del tiempo.
Queridos
jóvenes, nuestro destino está llamado a recuperar nuestra identidad
nacional y latinoamericana; el camino es estudiar nuestra historia,
cantar la música de ésta tierra, bailar sus danzas, leer a sus
pensadores y poetas y sobre todo mantener encendida como una llama,
con pasión de sangre argentina, el valor de la libertad.